A lo largo de sus primeros años de creación, el vinilo tal como lo conocemos ahora fue variando de forma y tamaño hasta finalmente encontrar la figura deseada por sus fabricadores. 
Conozcamos más acerca de este fascinante artículo que se ha mantenido vigente desde su origen durante la década de 1940. Hecho de copolímero de cloruro de polivinilo (PVC) y de acetato de polivinilo (PVA), podemos identificar 3 partes que componen el vinilo y 4 sobre su empaque: 

Vinilo:
Los surcos: Es donde reside el archivo sonoro de los discos de vinilo. Normalmente se trata de música, pero hay discos de vinilo que almacenan discursos, voces, ruidos y demás recursos sonoros. El roce de la aguja lectora emite un sonido que, continuado, configura el archivo sonoro alojado en el disco. Los surcos se graban para hacerlos sonar en el sentido de las agujas del reloj y alterar este sentido da lugar a otro tipo de sonidos. Probando y jugando con este movimiento de atrás hacia adelante surgió la técnica del scratch, tan importante en la cultura hip hop.
El agujero: Los discos de vinilo tienen dos clases de agujeros: el grande y el pequeño. El grande suele utilizarse para los discos de 7″ (aunque ahora también se fabrican con agujero pequeño), mientras que el pequeño se reserva para los 10″ y 12″. 
La galleta: Es el nombre que recibe el espacio entre el último surco grabado y el agujero central. Con mucha frecuencia en este espacio se coloca una pegatina que informa de lo que contiene esa cara del vinilo. Esa pegatina también toma el nombre de galleta.